Se podría argumentar que el uso de la voz en off en las películas es una realización cinematográfica deficiente, un compromiso hecho por los estudios o directores que muestra poca consideración tanto por el público como por las bellas artes. Después de todo, el poder del cine y la televisión es visual: la pantalla puede y debe contar historias de una manera que la radio o la literatura no pueden. El viejo adagio del cine siempre ha sido: «Muestra, no cuentes».

Basta pensar en las mejores escenas de la historia del cine: la escena de la ducha de Psicósis; la carrera de carros de Ben Hur; la escena de la puerta en El resplandor; bailando bajo un aguacero en Cantando bajo la lluvia; o cualquiera de cien otros. Estos momentos muestran el impacto visual que tienen las películas, y ninguna de estas grandes escenas necesitaba una narración para explicar qué estaban pensando los personajes, qué estaba sucediendo o qué significaba.

Películas que eran mejores sin narración en off

Innumerables películas, especialmente en el género de adultos jóvenes, han estado utilizando la narración en off hasta el cansancio. Afortunadamente, no todos los directores creen que necesitan una voz en off para complementar a sus personajes. Hay ejemplos de películas en las que el uso de una narración en off habría tenido sentido, pero no se usó, y aun así fueron excelentes películas.

Una de esas películas es Naufrago, en la que dos tercios de la película se centran en un Tom Hanks completamente aislado. Con escena tras escena de Hanks caminando en silencio por la playa o mirando el horizonte, debe haber sido tentador compartir los pensamientos internos del personaje con una voz en off, pero el director Robert Zemeckis decidió no hacerlo, sino que utilizó creativamente el diálogo con el personaje imaginario Wilson para explicar cosas sin recurrir a la narración en off. Películas de supervivencia similares, como Cuando todo está perdido o El renacido, presentan largos períodos sin diálogo, pero la falta de narración en off hace que las películas sean mejores.

Otra película que resistió con éxito la tentación de utilizar la narración en off fue Dune: Parte 1, dirigida por Denis Villeneuve. Esta película ofrece un gran contraste con la versión de 1984 de Dune, dirigida por David Lynch. La novela original de Frank Herbert utilizó ampliamente el texto en cursiva como una forma literaria de narración para representar el monólogo interior de un personaje. Gran parte del libro se basó en esto, no es de extrañar que Lynch decidiera confiar también en gran medida en la narración en off. Dune: Parte 1 de Villeneuve, sin embargo, mostró cómo era posible contar la misma historia sin narración en off, y contarla mejor.

Blade Runner: un estudio de caso de voz en off

Un contraste similar se puede ver en el clásico de ciencia ficción, Blade Runner. El corte teatral original en 1982 incluía una narración en off del detective interpretado por Harrison Ford que flotaba sobre los momentos de transición de toda la película. Pero en 1992, el director Ridley Scott reeditó la película sin su narración en off para hacer la versión del director de la película, una versión que deseaba haber tenido el tiempo y el presupuesto para hacer en 1982, y la mayoría de los fanáticos de Blade Runner están de acuerdo con el director, que la versión sin la narración en off es mucho mejor.

Pero incluso a la luz de las películas que parecían beneficiarse de la falta de narración en off, ¿se sigue entonces que la narración en off es siempre un compromiso, una muleta, un atajo decepcionante o una mala elección de estilo? No necesariamente. Una mirada a las películas sobresalientes que usan narración en off podría revelar que la técnica no solo es permisible cuando es necesaria, sino que puede hacer que una película sea mejor para su uso.

Una franquicia cinematográfica donde la narración de voz en off no restó valor

La trilogía de El señor de los anillos de Peter Jackson utilizó una serie de momentos estratégicos para la narración en off. La primera instancia viene en los primeros momentos de la primera película. La voz en off expositiva de Cate Blanchett como la reina elfa Galadriel prepara el escenario para todas las películas que siguieron, al igual que la importante descripción de los hobbits de Ian Holm. En medio de la segunda película, una poética voz en off del rey Theoden refleja la sombría batalla que está a punto de comenzar. Y al final de la última película, la voz en off de Frodo explica el costo personal de la victoria.

¿Se podrían evitar estos momentos de narración en off? Es difícil ver cómo. Probablemente se hubiera necesitado otra película completa para hacer lo que hicieron las voces en off expositivas iniciales, y la voz en off final de Frodo comunicó mucho más de lo que su tez pálida y su mirada adolorida jamás podrían haber hecho. Y el poético monólogo interior del rey Théoden añadió profundidad a su personaje y estableció apropiadamente la sombría atmósfera de una tragedia de Shakespeare en desarrollo. En cada caso, la narración en off sirvió a la película en lugar de distraerla o restarle valor.

Opciones de estilo en la realización cinematográfica

Las elecciones de estilo son lo que se suma al arte de una película, y nunca se debe olvidar que las películas son el arte de contar historias, independientemente de la realidad o la ficción del contenido. El equipo de artistas, y principalmente, el director, son quienes deciden qué estilo de arte crear. Es posible que el público no comprenda o aprecie una elección de estilo particular en una película, pero eso no significa que haya sido una elección incorrecta, si es lo que querían el director y el equipo de arte. Es su arte, independientemente del derecho del público a criticar su trabajo.

Otro elemento de estilo se puede utilizar como ejemplo para ilustrar opciones de estilo poco ortodoxas. Las primeras décadas del cine estuvieron dominadas por películas en blanco y negro, y los directores de fotografía se volvieron muy buenos en el uso de luces y sombras. Pero a medida que la calidad de la película en color mejoró y se hizo más barata a lo largo de las décadas, la película en color se convirtió en la opción predominante. En la era digital de hoy, el color no es más un gasto o desafío técnico que el blanco y negro, lo que plantea la pregunta: ¿Por qué un cineasta volvería a elegir hacer una película en blanco y negro?

Y, sin embargo, las películas en blanco y negro todavía son producidas por los estudios y directores de hoy. El último largometraje en tomar esta decisión fue Emancipación, una historia de la era de la Guerra Civil sobre un esclavo que escapa, protagonizado por Will Smith, se estrenó en diciembre de 2022 y usó la corrección de color de manera fascinante. El faro, una película de 2019 protagonizada por Robert Pattinson y Willem Dafoe, no solo eligió el blanco y negro, sino que también eligió una sorprendente relación de aspecto no ancha. Las películas en blanco y negro más aclamadas de las últimas décadas incluyen Manhattan de Woody Allen de la década de 1970, Toro salvaje de Martin Scorsese de la década de 1980 y La lista de Schindler de Steven Spielberg de la década de 1990.

La voz en off es una herramienta para usar bien

La lección de franquicias como El señor de los anillos es que la narración en off es simplemente otro elemento de estilo en la caja de herramientas de un cineasta, al igual que lo son el blanco y negro, las relaciones de aspecto, las superposiciones de texto o las pantallas verdes. No es una elección inherentemente mala de cine que necesita morir; solo necesita, como cualquier elemento, ser bien utilizado. Algunos cineastas lo han dominado (piense en el uso experto de la voz en off en las películas como Double Indemnity de Billy Wilder o Taxi driver y Buenos muchachos de Martin Scorsese), mientras que otros todavía tienen un largo camino por recorrer.

La lección de Blade Runner podría ser que la narración de voz en off inapropiada o mal ejecutada debe morir, al igual que cualquier compromiso artístico o atajo estilístico que empeore una película en lugar de mejorarla. La conclusión es que el público no quiere poner esposas estilísticas a los directores, simplemente quiere ver la excelencia en el arte de hacer cine.

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