★★★☆☆

Luego de una larguísima espera de varios años por fin se estrena The Flash, la primera película del argentino Andy Muschietti alejada de lo que nos tenía acostumbrados, el terror. La pregunta es ¿cumple positivamente como producto cinematográfico? Yo sostengo que sí, aunque con sus «peros» y siendo algo generoso, que de vez en cuando hay que serlo.

El género de superhéroes este último tiempo se encontraba en crisis, crisis de la cual estaba saliendo airoso con películas como la tercera entrega de Guardianes de la Galaxia o Spider-Man: a través del Spider-Verso. Y si bien The Flash no alcanza el nivel de estas dos últimas mencionadas, supera con diferencia productos como Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, ¡Shazam! La furia de los dioses o Black Adams, entregándonos un entretenimiento vibrante, enérgico y pletórico de espíritu nostalgico.

El mayor daño hacia la película lo propinaron los mismos fans que la catalogaron como «la mejor película de superhéroes de todos los tiempos». Youtubers que en su gran mayoría poco y nada saben de cine. Efectivamente, es una película muy entretenida, muy difrutable y con momentázos épicos, pero no es la mejor en su género ni tampoco pretende serlo, aun cuando podamos percibir gratamente todo ese cariño palpable que hay detrás de la película de Muschietti.

Ezra Miller como el Corredor Escarlata

Primero lo primero, la película sólo toma como punto de partida los eventos acaecidos en Flashpoint, luego de eso adquiere identidad propia alejandose del material original de los cómics. Desde aquí podemos olvidarnos de las comparativas y evaluar la película como producto cinematográfico independiente del material orginal.

Empezamos con lo bueno. La película va como un rayo, nunca mejor dicho. La primera hora se pasa volando. Acción trepidante de inicio a fin, sin ser cancina, que ya es mucho decir para una película que casi llega a las dos horas y media. Una muy buena película dentro de su liga. Entretenida, divertida, muy disfrutable y sobre todo revitalizante.

Ya intuíamos por los trailers que el Batman de Keaton haría de las suyas robándose la película, y es que aún siendo así, jamás olvidamos que es una película del corredor escarlata. El regreso de Keaton como Batman sin cuestionamiento alguno es lo mejor de la película, ofreciendonos momentos TAN buenos, TAN memorables, que suplen muchas de las deficiencias de las cuales la película adolese.

El Batman de Michael Keaton regresa en gloria y majestad

Pero no sólo funciona muy bien Keaton, sino que Ezra Miller también como Barry adulto, dándonos un Barry más maduro y menos irritante. Sasha Calle en su debút cinematográfico como Kara/Supergirl es una de las gratas sorpresas, lástima que al parecer no volveremos a ver más de ella (supuestamente). Maribel Verdú como Nora Allen (la madre de Barry) es otro de esos aciertos que se agradecen ver en pantalla, y con un protagonismo mayor de lo esperado.

Los problemas se sucitan esencialmente en último tercio de película. El regreso del Batman de Keaton (que tanto nos había emocionado) se nos cae a la hora de finalizar su arco. ¡No lo puedes matar dos veces! Porque entonces ¿dónde pones la epicidad y emoción del momento? Para mí es esta la mayor debilidad de la película: la resolución de Batman. Su muerte nos debía romper, nos debía devastar… en su lugar se vuelve banal y sin fuerza dramática por partida doble. Todo lo bueno del regalín fan servis que fue Batman/Keaton se desploma en su conclusión.

Algo similar sucede con Kara, una Supergirl que funcionaba bastante bien (mucho de ello gracias a Sasha Calle) pero su rol como superheroína es incipiente, disminuído y para colmo ¡también me la matan dos veces en pantalla! Lo que mina aún más el desatino de la conlusión, ahora sumando a Supergirl.

Sasha Calle en el centro como Supergirl

Barry adulto, muy bien, pero lo que es el Barry jóven; un total despropósito. Un Barry literalmente estúpido e insoportable, que termina por agraviar al mismo héroe en su concepto. Personalmente me cuesta muchísimo creer que alguien tan tonto y pendejo sea un tipo que tenga cabeza para dominar aspectos complejos de ciencia (?¿). Pero lo que más me cuesta comprar es que alguien TAN cretino merezca portar el traje del «cometa carmecí».

El tema del CGI es de lo más criticado en la película. En lo personal sólo me remitiré a extender mis reproches al filtro usado en los cameos en la Speed Force. Tanta ilusión por ver nuevamente al Superman de Christopher Reeve en la pantalla grande o a la Supergirl de Helen Slater, al Superman de Nicolas Cage, al Batman de Adam West, entre otros, para finalmente verlos tras un filtro horroroso. Sin duda una de las peores desiciones creativas en muchos muchos años.

Aún con todo es una película que se disfruta, que tiene un buen ritmo, con muchas escenas memorables y que no merecía en absoluto ser un fracaso en la taquilla.